Qué ver en Sepúlveda
Qué ver en Sepúlveda
Colgada sobre un meandro rocoso formado por los ríos Caslilla y Duratón, en la provincia de Segovia (Castilla y León), emerge la monumental y bellísima villa de Sepúlveda. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, esta localidad atesora uno de los conjuntos de arte románico más importantes de la región, con iglesias que se cuentan entre las más antiguas de la provincia. Su laberíntico trazado medieval, sus murallas y puertas centenarias, su animada Plaza Mayor y las impresionantes vistas sobre las hoces que la rodean crean un escenario de incomparable belleza. Además, Sepúlveda es la puerta de entrada al espectacular Parque Natural de las Hoces del Río Duratón y un templo gastronómico famoso por su exquisito cordero asado. Descubre qué ver en Sepúlveda en una escapada.
Qué ver en Sepúlveda
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Plaza Mayor: Irregular, porticada y llena de vida, es el corazón de Sepúlveda. Rodeada de edificios históricos con soportales, casonas blasonadas y el Ayuntamiento (ubicado en parte sobre los restos del castillo), es el lugar perfecto para sentir el pulso de la villa, disfrutar de sus terrazas y admirar la arquitectura tradicional castellana. En ella confluyen las principales calles del casco antiguo.
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Iglesia de El Salvador: Una joya del románico segoviano y una de las iglesias más antiguas de la provincia, datada en el siglo XI (año 1093 según una inscripción). Situada en la parte más alta de la villa, destaca por su ábside semicircular, su robusta torre exenta y, sobre todo, por su galería porticada exterior, un elemento característico del románico de la zona. Su sencillez y antigüedad la hacen imprescindible.
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Iglesia de Nuestra Señora de la Peña: Emplazada en un lugar privilegiado, al borde del farallón rocoso con vistas impresionantes sobre la hoz del río Duratón. Es un templo románico del siglo XII, con una bella portada abocinada y un tímpano esculpido. Alberga la imagen de la Virgen de la Peña, patrona de Sepúlveda y su comarca. El mirador junto a la iglesia es uno de los puntos más fotogénicos.
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Iglesia de los Santos Justo y Pastor: Otra magnífica iglesia románica (siglo XII-XIII), situada cerca de la Plaza Mayor. Destaca por su esbelta torre, su ábside decorado con arquerías ciegas y canecillos, y su portada. Durante un tiempo albergó el Museo de los Fueros, recordando la importancia histórica de Sepúlveda y los fueros otorgados en el siglo XI. Su interior suele conservar elementos de interés.
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Castillo de Fernán González y Murallas: Del antiguo castillo medieval, asociado legendariamente al conde castellano Fernán González, quedan principalmente los cimientos y algunos muros integrados en construcciones posteriores, como el Ayuntamiento. Sin embargo, Sepúlveda conserva importantes tramos de su muralla medieval y varias de sus siete puertas originales, como la Puerta del Ecce Homo (o del Azogue), la Puerta de la Fuerza o la Puerta del Río, que evocan su pasado defensivo.
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Antigua Cárcel: Un edificio histórico que funcionó como prisión durante siglos. Situado en el casco antiguo, su sobria fachada y estructura recuerdan su antigua función. En ocasiones, ha albergado exposiciones o pequeños museos temáticos, como el curioso Museo de Figuras de Juguete Antiguas, que ofrecía una colección nostálgica de juguetes de diferentes épocas (conviene verificar si sigue abierto).
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Casa del Parque Hoces del Río Duratón (Iglesia de Santiago): El Centro de interpretación del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón se ubica en la antigua Iglesia de Santiago, un templo románico desacralizado. Es el lugar ideal para obtener información sobre el parque, sus rutas, su fauna (especialmente buitres) y su flora antes de visitarlo. La propia iglesia conserva elementos arquitectónicos de interés.
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Iglesia de San Bartolomé: Situada extramuros, cerca de la Puerta del Río, es otra de las iglesias románicas de Sepúlveda (siglo XII). Aunque más sencilla que las anteriores, presenta una interesante portada con arquivoltas decoradas y un ábside semicircular. Contribuye a la extraordinaria riqueza de arte románico que atesora la villa.
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Miradores sobre las Hoces: Además del mirador de la Peña, existen otros puntos estratégicos dentro y en los bordes de Sepúlveda que ofrecen vistas espectaculares sobre las hoces y cañones excavados por los ríos Duratón y Caslilla. Buscar estos "balcones" naturales es una actividad imprescindible para apreciar la singular ubicación de la villa.
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Conjunto Urbano Medieval: Más allá de los monumentos individuales, el propio trazado urbano de Sepúlveda, con sus calles estrechas y empinadas, sus pasadizos, escalinatas y plazuelas escondidas, constituye un atractivo en sí mismo. Perderse por el casco histórico es la mejor manera de descubrir su encanto medieval.
Otras cosas de interés en Sepúlveda
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Degustar el Cordero Lechal Asado: Sepúlveda es uno de los templos del cordero asado en Castilla y León. Numerosos restaurantes ("asadores") preparan el lechazo siguiendo la tradición: en horno de leña, hasta conseguir una piel crujiente y una carne tierna y jugosa. Es una experiencia gastronómica casi obligatoria al visitar la villa.
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Senda de los Dos Ríos: Una ruta de senderismo circular que rodea el promontorio donde se asienta Sepúlveda, siguiendo las hoces de los ríos Duratón y Caslilla. Ofrece perspectivas espectaculares de las murallas, las iglesias colgadas sobre el abismo y la geología de los cañones. Es un paseo de dificultad baja-media, muy recomendable.
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Puerta de Entrada al Parque Natural Hoces del Río Duratón: Sepúlveda es el principal punto de acceso y centro de servicios para visitar el Parque Natural. Desde aquí se puede obtener información (en la Casa del Parque), contratar actividades (piragüismo, senderismo guiado) y acceder a los puntos clave del parque, como la Ermita de San Frutos.
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Observación de Buitres Leonados: Las Hoces del Duratón albergan una de las mayores colonias de buitre leonado de Europa. Es muy común verlos sobrevolar Sepúlveda, especialmente cerca de los miradores que dan a las hoces. Observar su majestuoso vuelo es un espectáculo natural impresionante.
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Paseo Nocturno por el Casco Histórico: Cuando cae la noche y se enciende la iluminación monumental, Sepúlveda adquiere una atmósfera mágica. Pasear por sus calles silenciosas, bajo la luz de las farolas que resaltan la piedra de sus iglesias y casonas, es una experiencia muy especial y romántica.
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Fiesta de "El Diablillo" (23 de Agosto): Una de las fiestas más singulares de Sepúlveda. La noche del 23 de agosto, coincidiendo con el inicio de las fiestas patronales, un personaje vestido de diablo recorre las calles apagando las luces y "persiguiendo" a niños y mayores, rememorando antiguas tradiciones.
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Fiestas Patronales de la Virgen de la Peña (Septiembre): Las fiestas grandes en honor a la patrona, con actos religiosos (procesión), encierros tradicionales por el campo y por las calles, verbenas, peñas y un gran ambiente festivo que atrae a visitantes de toda la comarca.
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Compras de Artesanía y Productos Locales: En las tiendas de Sepúlveda se pueden encontrar productos de artesanía local (cerámica, cuero) y delicias gastronómicas de la zona, como embutidos, quesos, miel y dulces típicos.
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Rutas en Coche por la Comarca: Utilizar Sepúlveda como base para recorrer en coche los pueblos de alrededor (Pedraza, Turégano, Maderuelo, Ayllón), descubriendo la riqueza paisajística y monumental de esta zona de Segovia.
Qué ver en los alrededores de Sepúlveda
La villa de Sepúlveda no solo brilla por su propio patrimonio, sino que se erige como el centinela de uno de los espacios naturales más impresionantes de Castilla y León y se rodea de otras joyas medievales que salpican el paisaje segoviano. Explorar los alrededores de Sepúlveda es sumergirse en cañones fluviales sobrevolados por buitres, visitar pueblos que parecen detenidos en el tiempo y descubrir castillos y ermitas cargados de historia y leyenda. Una escapada a esta zona ofrece una combinación perfecta de naturaleza, arte y tradición.
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Parque Natural Hoces del Río Duratón y Ermita de San Frutos (aprox. 15-20 km al acceso principal):
El complemento natural indispensable a la visita de Sepúlveda. Este parque protege un espectacular tramo del río Duratón encajonado en un profundo cañón con meandros y paredes verticales de hasta 100 metros de altura. Es famoso por albergar una de las mayores colonias de buitre leonado de Europa. El punto culminante, tanto paisajística como espiritualmente, es el priorato benedictino de San Frutos, con su ermita románica del siglo XII suspendida sobre un meandro del río. Las vistas desde el mirador de San Frutos son sobrecogedoras. Se puede recorrer el parque a pie por diversas sendas, en piragua por el río (actividad regulada) o visitar puntos clave como las ruinas del Monasterio de la Hoz o la Cueva de los Siete Altares. Es un santuario de naturaleza y silencio.
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Pedraza (25 km):
Considerada una de las villas medievales más bellas y perfectamente conservadas de España, Pedraza es un viaje directo a la Edad Media. Totalmente amurallada y con una única puerta de acceso, su visita es una experiencia mágica. Entre las cosas que ver en Pedraza, su Plaza Mayor porticada, irregular y empedrada, es una de las más bonitas de Castilla y escenario de sus famosas "Noches de las Velas" en julio. Destacan también su imponente Castillo (que perteneció a los Zúñiga y alberga el Museo Zuloaga), la Iglesia de San Juan Bautista y numerosas casonas hidalgas. Pasear por sus calles silenciosas, sin apenas tráfico ni cables a la vista, es un auténtico placer.
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Turégano (25 km):
Esta villa segoviana sorprende por su singular Castillo, una fortaleza medieval que encierra en su interior la Iglesia de San Miguel. Esta peculiaridad lo convierte en un ejemplo casi único de castillo-iglesia. El castillo, de origen probablemente celtíbero o romano pero reconstruido en los siglos XV-XVI, perteneció a los obispos de Segovia. Se puede visitar tanto el castillo como la iglesia interior. Además del castillo, Turégano cuenta con una agradable Plaza Mayor porticada y la Iglesia de Santiago, con un interesante retablo. Es una parada muy interesante en una ruta por la provincia.
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Duratón (pueblo, 5 km):
A escasa distancia de Sepúlveda, siguiendo el curso del río que da nombre a las hoces, se encuentra el pequeño pueblo de Duratón. Su principal atractivo es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, otro magnífico ejemplo del románico rural segoviano (siglo XII). Destaca especialmente su galería porticada exterior (similar a la de El Salvador en Sepúlveda, pero con diferencias estilísticas) y su ábside semicircular. La visita a esta iglesia permite apreciar la riqueza del románico en la comarca y disfrutar de la tranquilidad de un pequeño núcleo rural muy cercano al parque natural.
Cómo llegar a Sepúlveda
Sepúlveda se encuentra en la provincia de Segovia, a unos 60 km al noreste de la capital provincial. El acceso por carretera es la principal opción. Se llega a través de carreteras autonómicas como la SG-234 (desde la A-1, Autovía del Norte, cerca de Boceguillas) o la SG-241 (que la conecta con la zona de Cantalejo). No tiene acceso directo por autovía, pero la A-1 queda relativamente cerca. Existen servicios de autobús que conectan Sepúlveda con Segovia y Madrid (operados por diferentes compañías), lo que permite llegar en transporte público, aunque con horarios y frecuencias limitadas. Para explorar los alrededores, especialmente el Parque Natural, se recomienda disponer de vehículo propio.
Dónde dormir en Sepúlveda
- Hospedería de los Templarios: Hotel con encanto ubicado en un edificio histórico rehabilitado en el centro de Sepúlveda, con decoración cuidada.
- Hotel Vado del Duratón: Hotel funcional y moderno, bien situado para visitar la villa y el parque natural, con restaurante propio.
- Hostal El Panadero: Hostal tradicional y familiar en Sepúlveda, conocido por su restaurante asador especializado en cordero.
- Puente del Duratón (Casas Rurales): Conjunto de casas rurales bien equipadas, una opción ideal para familias o grupos que buscan más independencia.
Sepúlveda es un destino que lo tiene todo: un patrimonio románico excepcional, un trazado urbano medieval que invita a perderse, una ubicación espectacular sobre las hoces de los ríos Duratón y Caslilla, la puerta de entrada a un parque natural de belleza sobrecogedora y una gastronomía que es, por sí sola, motivo de visita. Es una de las joyas indiscutibles de Segovia y de Castilla y León, un lugar donde la historia, el arte, la naturaleza y el buen comer se dan la mano de forma magistral. Ahora que ya sabes lo que hay que ver en Sepúlveda, planifica tu escapada con nuestro buscador de alojamientos.